¿Están de acuerdo que recíprocamente, Nicolás Maduro, expulse también a todos los peruanos que viven en Venezuela y que suman muchas decenas de miles? ¿No sería mejor expulsar a los culpables que por negligencia y/o carencia de sentido común no establecieron reglas de inmigración más inteligentes, antes de abrir indiscriminadamente nuestras fronteras? ¿No creen que la polarización social que conduce a la desaparición paulatina de la clase media, traducida en un alto porcentaje de pobres y un mínimo de ricos conducirá también al Perú a tener el mismo problema de los llaneros, más temprano que tarde? ¿No creen que la causa primaria de la inseguridad ciudadana radica en la injusta o arbitraria distribución de la riqueza nacional, la pésima educación que se imparte, la crisis profunda del poder judicial y la corrupción que se ha convertido en "cultura nacional"; (es decir es exactamente una letal y evitable convergencia multifactorial) y no es -como creen algunos "expertos"- porque faltan más policías y serenos, más patrulleros, más cámaras de vigilancia, leyes penales más severas, más cárceles y hasta por la ausencia de las fuerzas armadas en las calles? ¿Por qué las instituciones privadas y públicas están llenas de militares cesantes especializados en seguridad social, jurisprudencia, geopolítica, diplomados por el CAEM y, sin embargo, la seguridad ciudadana está cada vez peor?. Como ahora sucede: ¿Por qué creen que haciéndolo más difícil y costoso el obtener licencia para portar armas va a disminuir la criminalidad? ¿No han pensado que la tenencia fácil de los civiles es también disuasiva para los asaltantes y asesinos, al contrario de los delincuentes que compran o alquilan en el mercado negro sin dificultad alguna? ¿No es ingenuamente letal y cobarde la propaganda mediática cómplice que aconseja que si a uno lo asaltan o a una la violan, no debemos oponer resistencia, pues, la vida y el deshonor valen más que las tenencias materiales, a veces conseguidas con el sudor de toda una vida?. Finalmente: ¿No es válido el proverbio: "A grandes males, grandes soluciones" . Por tanto, no es muy urgente re-instaurar la pena de muerte, no solamente por razones punitivas y/o preventivas, o simetría entre el daño y la sanción, sino por razones de terapia social e incluso por consideraciones no racistas de carácter eugenésico? ¿No recuperará y ganará salud física y espiritual el organismo social peruano si se extirpan sus diviesos purulentos y tumores cancerígenos antes que hagan metástasis, en lugar de internar a sus agentes en universidades gratuitas del mal (léase cárceles de post grado) o exorcismos con flores y la vieja panacea de nuestros abuelos: la doble tabletita de MEJORAL? ¡Por favor, ilústrenme con vuestra opinión con la mayor seriedad, ya que la seguridad es tarea de todos!. También mi invitación se dirige a los candidatos al Parlamento Nacional. Gracias.