EN BUSCA DEL TIEMPO PERDIDO
POEMA PARA LA NIÑA DE LA CARITA SUCIA.
Oh muñeca de los ojos tristes,
profunda de ingenuidades como tu pobreza,
das vueltas, sigilosa, entre mis suspiros
como una frágil mariposita de otoño,
cromada de luna andina en cuarto menguante,
aupada feliz en los hombros de la niñez,
Y yo, apenas puedo detenerte
para abrigarte entre mis versos,
borrar tus arreboles pincelados por el frío,
y prepararte un avío de ternuras para el camino.
¿Y el dócil gatico que retoza en tu espalda?
de bigotes de bandurria y piel de manzano
¿nada ha comido como tú?
¿sólo pétalos de lirios y nopales?
¿sólo gramos de amor y nostalgias?
Oh tu boquita de amaranto andino
de cerezos floreando en octubre,
que al parecer no ha mordido ni una fruta verde,
habría atraído el ¡Jesús! piadoso de mi madre
el ¡Jesús! que su corazón aullaba cuando sentía pena;
¡Toma niña las cálidas humitas de mi abuela!
de choclos trozados por alondras y ángeles,
y guardados en el troje de mis recuerdos;
toma estas hostias de maíz y agua bendita,
hechas para socorrer a los niños que Dios creó,
sin un beso y el pan bajo el brazo.
¡Bebe niña de labios frutícolas!,
¡calma tu sed de tierra sin aguacero!
estas gotas frías, estancadas en las corolas del olvido
y evadidas apenas llegaste con tu minino a cuestas,
son las últimas lágrimas de mi madre,
antes de estallar en el patíbulo de sus mejillas.
Y pensar que nuestros míseros gobernantes,
pícaros vendedores de cebo de serpientes,
nos siguen dulcificando con el trino de los frailes,
ocultando sus alforjas sucias desde hace 500 años,
plagadas de antifaces y sacrilegios,
que no faltará pan ni alegría en los Andes.
ni silabarios de ensueños para la niñez.
Max Aguirre Cárdenas
(Publicado también en el muro de "La Voz de Santa Rosa de Cangallo")